CIENCIAS SOCIALES
PROBLEMAS EPISTEMOLÓGICOS, GLOBALIZACIÓN Y MEDIO AMBIENTE
Sobre las leyes naturales.
Mucho se debatió en la Ciencia Política, Sociología y Ciencias Económicas sobre la “naturaleza humana” y los “derechos naturales del hombre”. En base a estas concepciones subjetivas basadas en intentos de abstraer al ser humano de la sociedad, se teoriza sobre la función del Estado, del Derecho y del funcionamiento de la economía, entre otras. El “iusnaturalismo” fue la corriente filosófica que se encargó de debatir sobre los derechos naturales propios del ser humano. Posteriormente en el “contractualismo”, basándose en dichos derechos, se desarrollaron diversas teorías sobre el funcionamiento de la sociedad y sobre el llamado “contrato social”. Un ejemplo claro respecto a desarrollos teóricos que se sustentan en diferentes concepciones del ser humano, su naturaleza y sus derechos, son las teorías del funcionamiento y deber del Estado por parte de Hobbes, Rousseau y Locke. ¿El hombre es bueno o malo por naturaleza?¿La propiedad privada es un derecho natural o es una garantía que sólo existe y puede existir en la sociedad?. También podríamos destacar la importancia de estos supuestos en el desarrollo de otras ciencias, por ejemplo la economía, ¿es factible la teoría económica ortodoxa si descartamos que el individuo es naturalmente egoísta y que posee una “propensión natural al intercambio”?.
Nosotros partiremos del supuesto de que el sujeto ético es impensable fuera del ámbito de la sociedad, ya que, como ser cultural, sus concepciones (por ejemplo sobre la bondad y la maldad), deseos, y propósitos personales se ven influenciados por esta. Esto quiere decir, tomando el punto anterior, el hombre no es ni bueno ni malo por naturaleza, es decir, ni todo ser humano nace “bueno”, ni todo ser humano nace “malo”, ya que estos son valores que se construyen socialmente, a su vez, el hecho de tener conciencia y poseer capacidad de razonamiento nos diferencia naturalmente del resto y cada cual tiene concepciones propias y diferentes, por lo cual la bondad, la maldad, la justicia, pueden tener significados diferentes según a quién le preguntes y de la forma en que esta persona haya desarrollado su capacidad crítica. Otro supuesto que desarrollaremos retomando nuestra opinión sobre la influencia de las relaciones sociales en las concepciones personales, va a ser que no existen “derechos naturales”, sino que estos se fueron construyendo socialmente por acuerdos implícitos de la vida en sociedad, llegando a estar explícitos mediante la creación de la Constitución, Código Civil y Comercial y las diferentes herramientas legales del mundo moderno y contemporáneo.
En el estudio de las ciencias sociales, hay diferentes métodos de estudio y análisis, la corriente positivista intenta establecer “leyes” sobre el comportamiento del humano, de la sociedad y de la economía. Vamos a considerar que no existen leyes indiferentes al espacio y al tiempo en las ciencias sociales, es decir, que por ejemplo cuando se habla de las leyes naturales de la economía, estas pueden existir en un cierto tipo de sociedad en un determinado espacio de tiempo. Por ejemplo, la ley de maximización de beneficio puede ser cierta y comprobada empíricamente en sociedades capitalistas, estructuradas bajo dicho sistema con individuos que tengan internalizadas dichas concepciones del mundo y de su funcionamiento. Pero si nos trasladamos a alguna comunidad indígena con otras concepciones, en la que la acumulación y ganancia de capital no sean las bases de la estructura social, esta ley se puede considerar falsa, refutando así la indiferencia respecto al espacio. Al igual que si nos encontramos en otro espacio temporal, por ejemplo durante la sociedad feudal, previa a la conformación del sistema capitalista y a la internalización de dichas concepciones y valores, se puede considerar desacertado pensar en dicha ley, refutando así la indiferencia respecto al espacio temporal.
Entonces, las leyes naturales de las ciencias sociales se conforman y se establecen en gran medida por la influencia de la estructura sobre el individuo, es decir en base a las concepciones y valores culturales insertos en la sociedad existente en el momento, respecto al espacio/tiempo. Esto no quiere decir que tome una postura estructuralista descartando la influencia del individuo sobre la estructura social. Incluso vamos a incurrir en dicho debate haciendo un poco de historia contrafáctica. Tomando como punto de análisis a la revolución francesa, vamos a preguntarnos, si Napoleón Bonaparte hubiera nacido, por ejemplo, en la India y siendo de clase baja ¿hubiera sido un militar y emperador poderoso que haya llevado la bandera de la revolución?. Probablemente no, por lo cual no podemos descartar la importancia de la estructura sobre el individuo. Pero, si no hubiera estado Napoleón en Francia, se hubiera dado la revolución pero ¿hoy estaríamos contando la misma historia?¿Alguien hubiera reemplazado su lugar logrando que no cambien los hechos históricos sucedidos con su existencia?. Probablemente sin Napoleón hoy la historia sería otra. Por lo cual vamos a descartar que el individuo no tenga ningún tipo de influencia sobre la estructura social.
Aclaro que al ser suposiciones teóricas no podemos obtener una respuesta certera sobre dicho tema, ya que, son hechos históricos hipotéticos.
La Globalización y el futuro de las Leyes Naturales
Si pensamos las diferencias entre las sociedades pasadas, las actuales y qué nos depara en el futuro, no podemos descartar el papel de la globalización como centro fundamental de nuestro análisis. El avance tecnológico que se vivió durante el siglo XX, trajo consigo un gran aumento de las telecomunicaciones y del comercio a nivel mundial, lo cual también llegó a repercutir en la progresiva disminución de las diferencias culturales e idiosincráticas entre las sociedades del mundo entero. Si bien estas diferencias todavía siguen existiendo de forma evidente, ¿No podemos llegar a pensar que a futuro esta disminución progresiva de las diferencias culturales e idiosincráticas continúe sucediendo hasta el punto de que estas sean mínimas y la sociedad a nivel mundial se estructure bajo idénticos supuestos o de cierta forma similares?. Si nos situamos en otro espacio temporal de nuestra historia previo al fenómeno analizado, las diferencias culturales e idiosincráticas entre Europa, América y Asia eran sumamente evidentes respecto a los supuestos base de la sociedad, con el avance de la globalización estas diferencias van en una progresiva disminución. Por ejemplo, analizando hoy las diferencias entre un ciudadano estadounidense y un ciudadano peruano, notaremos que en las grandes urbes de dichos países se piensa en gran medida sobre la idiosincrasia capitalista, la cual mantiene supuestos como el individualismo y el egoísmo humano (sobre la naturaleza) y la maximización de beneficio al menor costo posible (sobre las leyes naturales). Al igual que si analizamos sus diferencias en términos culturales, un ciudadano de Lima hoy se viste similar, usa los mismos celulares y mantiene un estilo de vida parecido al de un ciudadano de New York (con sus diferencias, claro).
Esto no quiere decir que hoy en día no existan grandes diferencias culturales en el mundo, sino que estas van en un proceso de disminución. Por lo cual podemos llegar a preguntarnos si en un futuro estas van a seguir siendo evidentes. Respecto a las leyes de las ciencias sociales, si consideramos que la globalización termina por eliminar en gran parte las diferencias culturales e idiosincráticas a nivel mundial, significa que las leyes van a empezar a ser indiferentes respecto al espacio, no así respecto del tiempo.
En el mundo contemporáneo, Occidente vive bajo una estructura y un sistema económico y social capitalista. Este estilo de vida y sus formas de producción se extienden a gran velocidad incluso hacia Oriente, por lo cual no sería descabellado pensar un futuro en que, de la mano de la globalización, se disminuyan en gran medida las diferencias culturales a nivel mundial. Sería certero preguntarnos si el mundo ideal es aquel en que las concepciones a nivel mundial sean similares, con sociedades poco críticas que se estructuren bajo los mismos supuestos, y por sobre todo, si el sistema actual es sostenible a largo plazo.
Lógica capitalista y medio ambiente
Nadie puede negar al sistema capitalista como el más eficiente respecto a niveles de producción y de la velocidad respecto a los avances tecnológicos que se van produciendo. Incluso, ya inserta la problemática medioambiental en las discusiones políticas y económicas, la producción capitalista avanzó mucho respecto a la modificación del sistema de producción para hacer de este un método más sostenible y “amigable” con el ambiente. Reduciendo a nivel porcentual, por unidad producida, la contaminación y el uso de recursos naturales renovables y no renovables. Incluso, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) planteó “Objetivos para el Desarrollo Sostenible” (ODS), algunas se cumplen, otras no. En 1990 se firmó el protocolo de Kyoto, en el cual se plantearon metas para reducir la cantidad de emisión de gases de efecto invernadero, no se cumplieron. Hay gran cantidad de partidos políticos y (algunos) presidentes que niegan la problemática medioambiental, renunciando a acuerdos internacionales, derogando medidas para su cuidado, etc. ¿Es posible en el sistema de producción actual encontrar la solución para salvaguardar al medio ambiente y sus recursos?.
Muchos autores hablaron ya de la imposibilidad a largo plazo de seguir bajo este sistema de producción. Esto se debe a que la cantidad de recursos naturales que hoy en día se usan, son inmensamente mayores a la cantidad de recursos que en el mismo plazo de tiempo se “renuevan”, por lo cual, si la cantidad de árboles talados es mayor a los árboles que se plantan y crecen, en algún momento esto se vuelve insostenible. Lo mismo pasa con el agua, el suelo, etc. Ni hablar de los recursos no renovables que son la masa crítica que mueve hoy al sistema de producción capitalista, como el petróleo, carbón, gas natural, etc. Entonces, ¿qué podemos esperar del futuro del mundo y de la vida de las próximas generaciones?.
Relacionando el avance de la globalización y la expansión del sistema de producción capitalista, bajo los supuestos ortodoxos del crecimiento ilimitado, se visualiza en el futuro cercano un aumento de las cantidades producidas, por lo cual, una mayor cantidad de recursos usados. Podemos suponer también que la cantidad utilizada de recursos naturales disminuye por cantidad de producto final, pero al aumentar la producción a nivel global, al aumentar la “calidad de vida” por individuo (entre lo que está, la cantidad de consumo) es casi inimaginable la conservación de dichos recursos. Incluso, si se vuelve una economía sustentable, los recursos no renovables son finitos, y toda la producción va a tener que sostenerse bajo los recursos renovables. Con el aumento continuo de la población, de la globalización, de la producción y del consumo, me atrevo a decir que existe un futuro distópico respecto a las concepciones de desarrollo y progreso actuales. Si los grandes centros de poder a nivel mundial toman en cuenta las problemáticas a futuro, será posible una transición hacia una economía basada en un nivel de producción “amigable” con el medio ambiente, que no utilice más recursos que aquellos que se vayan renovando a la misma velocidad, claro está, que esto traería una crisis al sistema de producción actual, ya que el nivel producido, la publicidad, el consumo, deberían bajar y la cantidad de empleo de hecho también se vería afectada y se generaría una crisis a nivel mundial, por lo cual, debería cambiar el sistema. Otra posibilidad, es que sin transición, se continúen utilizando los recursos de forma indiscriminada y la crisis venga en forma de shock, cuando se acabe el petróleo, el carbón, el gas natural, se empiece a mantener los niveles de producción actual mediante, por ejemplo, madera, agua y esto se vea imposible por las limitaciones naturales, ¿qué va a pasar?. Indudablemente una crisis del sistema económico y social.
Relacionando la posible crisis futura con lo hablado al principio del texto, las concepciones de la naturaleza del humano y sus “derechos naturales” que hoy predominan inevitablemente van a tener que reemplazarse por otras nuevas coherentes con la necesidad del momento, si se ve imposibilitada la producción y consumo a los niveles actuales, se dan por terminados los supuestos de la maximización del beneficio al menor costo, del crecimiento ilimitado, de la “racionalidad”, de las “necesidades” no naturales actuales, de la lógica individualista y productivista que hoy dominan los valores de la sociedad en su conjunto. Las leyes que no son indiferentes al espacio/ tiempo van a tener que adecuarse al nuevo sistema.
Conclusión
En este artículo de opinión, que toma como eje central a las problemáticas de debates epistemológicos, globalización y medio ambiente, se intenta predecir qué nos depara el futuro. En un principio, se intenta cuestionar las concepciones actuales sobre la naturaleza humanas y los derechos naturales del ser humano, ya que consideramos que estas se deben estudiar teniendo en cuenta el proceso histórico que vivió el mundo, y que nos vemos ante la imposibilidad de saber si estas concepciones en el futuro van mantenerse intactas, o van a cambiar, dando lugar a nuevos valores. Posteriormente analizamos el avance de la globalización y cómo esta, influye en la homogeneización mundial de las concepciones y valores examinados previamente. Al final, se consideró al medio ambiente como factor fundamental y crítico para el futuro del sistema de producción actual, y se concluyó que existe una alta incertidumbre sobre el futuro del sistema capitalista, de la globalización y de las concepciones y valores predominantes desde el inicio de la modernidad, pero, podemos concluir, que si las concepciones actuales, que mueven al sistema capitalista se mantienen intactas, existe una gran probabilidad de que el sistema entre en su peor crisis de la historia.
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